Continuando con las bebidas gasificadas, una de las que encuentro más placenteras es el ginger ale, su combinación de ligera pungencia y efervescencia hacen de ella un buen acompañamiento para algunos destilados, sin embargo, las marcas comerciales contienen muy poco de este picor tan característico del jengibre, por lo que prefiero elaborar mi propio ginger ale y disfrutarlo en alguna cena con amigos.

Durante mi último lote de ginger ale, estuve con la duda. ¿qué inoculo producirá mejores características sensoriales? En ese momento solo contaba con levadura de pan y tibicos, por lo que en esta publicación les contaré los resultados.

El método de elaboración es bastante similar al que utilicé en Alternativas al refresco, no tan alternativas, por lo que te invito a que lo leas con mayor detalle en la anterior publicación.

Formulación

  • 35 g de Jengibre fresco
  • 210 g de Agua
  • 100 g de Azúcar
  • 1/8 de cucharadita de Sal
  • 60 g de jugo de limón

Materias primas listas

Materias primas listas

Proceso

Como recordaran, inicialmente se debe preparar el jarabe para nuestra soda, por lo que comenzamos pelando y picando el jengibre en cubos. En el agua hirviendo disolvemos la sal y el azúcar, para luego agregar el jengibre.

Macerando jengibre

Macerando jengibre

Una vez frio, añadimos el limón, mezclamos, y vertimos en botellas de plástico (de preferencia de refresco, ya que estas soportan mejor la presión del gas).

Mismo jarabe en ambas botellas

Mismo jarabe en ambas botellas

Agregaremos agua dejando una pulgada de espacio vacío. En este punto es donde añadimos el inoculo (el o los microorganismos que realizarán la fermentación), por lo que en la botella A agregue dos cucharadas de tibicos, y en la B 1/8 de cucharadita de levadura de panificación.

Inoculando con levadura de pan

Inoculando con levadura de pan

Resultados

La gasificación deseada se presentó a las 10 horas en el caso de la levadura de panificación, mientras que los tibicos a las 24 horas habían generado muy poco CO2. En aromas, la botella A presentaba el aroma característico del jengibre, acompañado con un poco del generado por la fermentación de los tibicos, la levadura de pan no generó aromas distintivos.

La mayor parte de las diferencias sucedió en el examen gusto-olfativo, donde la botella A mostraba una acidez mayor, acompañada de un dulzor ligeramente pronunciado.

Resultados finales

Resultados finales

Es entendible que la levadura de panificación aporte rápidamente gas y su velocidad de fermentación sea mayor, ya que este inoculo ha sido seleccionado y modificado específicamente para estos fines, por lo que a pesar de que los tibicos podrían aportar probióticos, si hablamos de características sensoriales, la levadura es superior.

En alguna publicación futura realizaré la comparación entre levadura de panificación (Saccharomyces cerevisiae) y levadura de champaña (Saccharomyces bayanus). Los invito a que realicen sus propios experimentos y los compartan con nosotros.