Después de estar pensando cual sería el mejor modo de iniciar con el blog, recordé que tenía que preparar un nuevo sustrato (alimento) para mis tibicos; así que dije, por qué no empezar contándoles sobre ellos.

Resulta que estos pequeños son una de las maravillas de la ecología microbiana llamadas SCOBY (Symbiotic Colony Of Bacteria and Yeast), desde la primera vez que leí este nombre quede particularmente sorprendido; la simbiosis no es algo que te enseñen en microbiología alimentaria, se menciona en algunos casos pero en realidad es escaso.

¿A qué se debe esto?

Bueno, la respuesta es simple, estos procesos son muy complicados para reproducirlos de forma industrial. Generalmente los libros de microbiología industrial mencionan como el uso de cultivos añadidos ha beneficiado al sector alimentario, y tranquilos chicos no deseo herir sus sentimientos diciendo lo contrario, sin embargo, ha quedado olvidado que hacer alimentos aprovechando microorganismos indígenas o colonias simbióticas como un tibico también pueden dar buenos resultados produciendo alimentos de buen sabor e incluso nutraceuticos.

Tal es el caso de los tibicos, estos pequeñuelos han estado conmigo desde hace más de 6 meses y desde entonces se han dedicado a mejorar mi sistema digestivo (el cual simplemente se decide poner en huelga). Normalmente soy bastante escéptico, me cuesta trabajo creerle a la gente cuando me menciona que un alimento les ha ayudado para X patología. No obstante, puedo decirles que el cambio de antes de beberlos a este momento, es notable.

La preparación del sustrato es bastante sencilla, solo se necesita agua y piloncillo. Después de eso, se añaden los SCOBYs y se les permite tener una fiesta durante 1 o 2 días. En algún post futuro hare una descripción más detallada del proceso, mientras tanto iré a terminar mi nuevo lote.